Año obra: –

Año proyecto: 2024

Estado: Concurso. 1er Premio

Localización: Calle Cárcel Baja, 3, Albaicín, 18001 Granada

Promotor: Ayuntamiento de Granada

Arquitecto: Pablo M. Millán Millán; Alejandro Infantes y Javier Muñoz Godino (Estudio Veintidós)

Colaboradores: Cristian Castela González (Arquitecto); David Vera García (Arquitecto); Javier Serrano Terrones (Arq. Técnico); Gabriele Giunchiglia (Arquitecto); Germano La Monaca (Arquitecto); Carlotta Riva (Arquitecta)

Construcción: –

“En la cima de la alta colina del Albaicín, la parte más elevada de Granada, que se alza desde el estrecho valle del Darro, enfrente mismo de la Alhambra, se encuentra todo cuanto queda de lo que un día fue palacio real de los árabes.”

Washington Irving, Cuentos de la Alhambra (1832)

“Tierra tan sólo. Tierra.

Es la tierra alegrísima, imperturbable nadadora,

la que yo encuentro en el niño y en las criaturas que pasan los arcos.

Viva tierra de mi pulso y del baile de los helechos […]”

Federico García Lorca, Tierra y Luna (1935)

La muralla Zirí del Albaicín compone un palimpsesto de diversas arqueologías que se superponen y entremezclan ocultas entre topografías cambiantes. Un lugar que acumula vestigios de elementos diacrónicos como sistemas defensivos medievales, arquitecturas domésticas renacentistas y decimonónicas, infraestructuras de abastecimiento y riego e incluso construcciones palaciegas. Este entorno incierto es un gran lienzo redibujado una y otra vez, en el que algunas trazas persisten, y otras son arrastradas y borradas por el tiempo.

La creación de un paseo lineal supone la apertura del recinto de la muralla Zirí al barrio del Albaicín y parte de la continuidad urbana como principal premisa, a fin de recomponer las relaciones entre este ámbito y su entorno sin la introducción de elementos exógenos que adulteren el carácter propio del lugar. En arqueología, una obra de tierra, un movimiento de tierras o un trabajo de tierra es un término general para describir los cambios artificiales en la topografía y pueden ser por sí mismas yacimientos arqueológicos. Se propone construir un nuevo paisaje de tierra y memoria en el que los estratos y rellenos que ocultan las construcciones originales de este lugar se desplazan y almacenan en espesos muros-jardín hormigonados con cal que permiten relatar fragmentos de su historia revelando trazas desaparecidas y resolviendo la conexión del nuevo paseo con la ciudad. Este límite de tierra y mezcla es heredero de las murallas de tapial y de la tapia histórica que ha ocultado el conjunto, si bien, a diferencia de la rigidez de éstas, registra e incluye la memoria de los elementos que han configurado este espacio: el muro, las albercas, un gran árbol, la ruina, un arco hundido, el camino, puertas de viejos cármenes desaparecidos, el recodo, la mirada lejana, el ascenso, el aroma.