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Museo arqueológico de Marchena
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Año obra:

Año proyecto: 2021

Estado: En desarrollo

Localización: Plaza Miguel de Cervantes s/n. Marchena (Sevilla)

Promotor: Excmo. Ayuntamiento de Marchena

Arquitecto: Pablo M. Millán Millán

Colaboradores:

Construcción:

El edificio de la antigua cárcel de Marchena, edificio de finales del siglo XVI, evidencia su uso con una fisonomía austera, sobria y rígida en formas y líneas. Los diversos usos que se han albergado en su interior han ido transformando poco a poco el exterior, pero manteniendo siempre su carácter de presidio.

En el siglo XVIII el edificio sufre importantes intervenciones todas financiadas por los Duques de Arcos. Si bien el edificio se desarrollaba en dos plantas, en el siglo XX fue transformada en nave industrial, vaciándose todo el interior. Ha llegado a nuestros días muy transformado, dado que no solamente se ha perdido la dimensión de los espacios interiores que articulaban estas cárceles, sino que también se le ha adosado el callejón trasero. Es importante hacer una especial mención a este callejón, dado que la intervención, como ahora explicaremos, vuelve a recuperarlo al espacio público.

El proyecto plantea la construcción de un edificio compacto, austero, con materiales neutros que recupera la espacialidad original y que unido al palacio contiguo se conviertan en el nuevo museo arqueológico de Marchena. Las dos plantas diáfanas dividen el volumen horizontalmente dejando algunos ámbitos en doble altura para así poder hacer una mejor lectura de los recorridos del museo.

Atendiendo al enfoque integral de la intervención se produce un aumento en superficie peatonal sin barreras arquitectónicas alguna, eliminando tráfico rodado y lugares de aparcamiento. Esta superficie peatonal, tanto la exterior como la interior, será cubierta por toldos blancos, característicos de la tradición vernácula andaluza, como elementos de protección solar. Así se conseguirá aminorar también la superficie total de radiación solar directa en fachada.

EI edificio se configura como una pieza blanca revestida de cal, elemento tradicional que permite a las arquitecturas de estas latitudes cerrarse a las radiaciones en verano y ganar inercia térmica en invierno, favoreciendo así el llamado “efecto botijo».

Se modifica el trazado urbano de la plaza, generando un espacio de gran relevancia frente al museo. Esta plaza, que elimina los vehículos, es la que dota de protagonismo a la nueva pieza dentro de la trama urbana y patrimonial de Marchena.