EL AIRE SE SERENA
Centro Parroquial en Porcuna
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Año obra: 2020

Año proyecto: 2017

Estado: Construido

Localización: Plaza de la constitución, 12. Porcuna (Jaén)

Promotor: Parroquia de Ntra. Sra. De la Asunción de Porcuna; Obispado de Jaén.

Arquitecto: Pablo M. Millán Millán

Colaboradores: Julio Herrera del Pino (Arquitecto); Simona Belmondo (Arquitecta); Javier Muñoz Godino (Arquitecto); Inmaculada Cervera Montilla (Arquitecta); Javier Serrano Terrones (Arq. Técnico); Javier Bengoa Díaz (Ingeniería); Tecnisondeos (Geotecnia)

Construcción: José Morente Romero

Fotógafo: Javier Callejas Sevilla

El proyecto parte de la necesidad de ampliar las dependencias parroquiales en un solar dentro del fondo de una manzana intramuros de la ciudad histórica. La complejidad de la parcela radica en las numerosas medianeras de diferentes alturas y la diferente naturaleza de cada una de ellas. Así, este espacio limita con viviendas, con fragmentos de lienzo de muralla, con torres del recinto amurallado, con patios… en definitiva, la complejidad clásica de las ciudades patrimoniales.

La historia de la parcela merece especial mención, ya que este lugar fue contenedor de una importante casa del municipio, la casa Mendoza. Basada en una tipología clásica de patio central, esta casa fue demolida, sin criterio patrimonial quedando desde entonces este espacio como el más importante vacío urbano de Porcuna.

Bajo estas premisas urbanas el proyecto nace como un ejercicio de poner orden. Para ello recurrimos al rigor de la geometría. Rehaciendo el patio central con unas nuevas dimensiones conseguimos un conjunto de llenos y vacíos equilibrados que ordenan la manzana. Así, un patio cuadrado perfecto, si bien podría asimilares a un claustro o planta de un conjunto monacal, en este caso prestará sus dimensiones y proporciones para ser la planta de un centro parroquial.

Texto de Alberto Campo sobre la obra

EL AIRE SE SERENA

Centro Parroquial en Porcuna.

Pablo Millán, arquitecto.

 

“El aire se serena y viste de hermosura y luz no usada, Salinas, cuando suena la música divina, por tu divina mano gobernada”. Fray Luis de León.

Debo confesar a estas alturas que desde el primer momento las imágenes del último proyecto de Pablo Millán en Porcuna me han cautivado.

Unas arcadas blanquísimas, de sencillas bóvedas de crucería blancas, en dos plantas, conforman dos lados de un patio bellísimo en Porcuna. Los otros dos lados son las tapias o paredes medianeras que, pintadas intencionadamente de blanco son un complemento perfecto a nuestras arcadas y, si cupiera, las ponen más en valor.

A cualquier arquitecto se le viene a la cabeza de manera inmediata el EUR de Roma, de los arquitectos, Giovanni Guerrini, Ernesto Lapadula y Mario Romano. Aquí más contenido y con unas proporciones capaces de removernos.

A mi memoria también viene Giorgio de Chirico, el pintor surrealista italiano, con su serie “El enigma del día” que algunos llevamos en nuestro corazón.

Pero, por encima de Romano y de De Chirico, la obra del jovencísimo arquitecto sevillano Pablo Millán, es de primerísimo orden. Y nos transmite el espíritu de ese verso con el que comenzamos este escrito. Serenidad, hermosura, luz, música divina.

Y, una vez más, las acertadísimas imágenes de Javier Callejas.

 

Alberto Campo Baeza